«MENSAJE DEL EPISCOPADO MEXICANO PARA AGRADECER Y CELEBRARA LOS MAESTROS Y MAESTRAS DE NUESTRA PATRIA»
• “La educación, camino de esperanza y corresponsabilidad”.
Con aprecio les expresamos nuestro reconocimiento y gratitud por su entrega generosa en estos tiempos
complejos y desafiantes. Frente a la crisis generalizada en que nos encontramos como humanidad,
propia de un Cambio de Época (Cfr. Evangelii gaudium, n. 52), la labor paciente y perseverante de la gran
mayoría de nuestros maestros y maestras, en todo el territorio nacional, es admirable.
- La educación es camino de esperanza. Es el gran medio que tenemos como humanidad para dar
respuesta a dicha crisis, que principalmente es antropológica, ética y cultural. Es antropológica porque hemos dejado de considerar al ser humano de manera integral en su responsabilidad y su relación con los demás seres humanos, con la creación y, sobre todo, con el Creador. Es ética porque todavía no comprendemos que el bien hay que hacerlo bien, no solamente en términos de las ideas, sino de manera concreta y aterrizada en la realidad histórica.
2. También es cultural porque nuestros referentes fundamentales, están llamados a redefinirse y, por
supuesto, desplegarse en todas nuestras relaciones, pasando de una visión individualista,
autorreferencial, enmarcadas en concepciones de consumo y explotación, a una solidaria y de cuidado
de la casa común; de marcos tecnocráticos y burocráticos a otros fraternos y solidarios; de una mirada
inmediatista y cortoplacista, a una visión trascendente e integral. Recordamos nuevamente que el Papa
Francisco nos ha advertido en innumerables ocasiones, que todos vamos en la misma barca y nadie se
salva solo.
3. La educación es un camino de corresponsabilidad, tal como lo ha expresado el Papa Francisco al
exhortarnos a asumir un Pacto Educativo Global –que más que principios programáticos, son
paradigmáticos– nos llama a recuperar a la persona y su contexto histórico concreto en el centro de
los procesos educativos, particularmente de los más vulnerables; incorporando fuertemente la
participación de las niñas y mujeres de nuestra sociedad; alentando y animando a la familia –
primera comunidad responsable de la formación de niños, adolescentes y jóvenes–, con el fin de ofrecer
nuevas formas de interacción social, política y económica, respetando y promoviendo un
desarrollo verdaderamente humano.
4. Particularmente, en el ámbito educativo escolar, es evidente que la Pandemia Covid 19 generó deserción y un fuerte retroceso escolar. Es urgente atender las capacidades socio-emocionales, tanto de maestros como de niños, adolescentes y jóvenes. Lo anterior, implica trabajar aspectos esenciales de la persona: el manejo de la interioridad (pensamientos, emociones, memoria, imaginación y capacidad de síntesis en la realidad); la creatividad, la autoestima, la construcción de paz, a través del perdón y la reconciliación; el manejo del dolor, la pérdida, el duelo, la ansiedad, entre otras, así como las capacidades de relación más fundamentales: el diálogo, el encuentro, el trabajo en equipo, la prudencia, la paciencia, la amistad social, la fraternidad.
a. El Sistema Educativo Escolar Nacional requiere ser fortalecido de manera propositiva, con máximo respeto a las instituciones y bajo un claro esquema de Estado de Derecho, así como un modelo educativo con un sólido y claro sustento pedagógico, que responda a la complejidad del momento presente. No podremos caminar, ni tomar decisiones adecuadamente, si no contamos con la información que nos revele su estado actual, desafíos y fortalezas.
b. La educación exige la máxima inversión de talentos, recursos, herramientas pero, sobre todo, la participación genuina y generosa, por parte de todos los actores: padres y madres de familia, maestros y maestras, directivos, autoridades educativas federales y estatales, así como los mismos estudiantes, que tienen que ser escuchados con el fin de comprender su realidad. El Pacto Educativo Global implica tejer alianzas entre los educadores para construir un compromiso generacional para con los educandos. Estos esfuerzos están llamados a articularse con muchos otros (deporte, arte, cultura, escultismo, medios de comunicación, entre otros).
c. El trabajo de construcción de los equipos docentes para convertirlos en auténticas comunidades profesionales de aprendizaje resulta un instrumento muy necesario para lograr esta exigencia.
5. México necesita urgentemente caminos de reconciliación, no de mayor polarización. El diálogo
respetuoso, abierto y propositivo, particularmente con otros agentes de la educación como:
intelectuales, académicos, líderes sociales y de organismos internacionales dedicados a esta
materia, es necesario para configurar el compromiso que supone el Pacto Educativo Global. Todo
lo anterior supone una espiritualidad de la escucha, un modo de vida en la corresponsabilidad, en la
sinodalidad.
6. La libertad de pensamiento, religiosa y de educación son esenciales en cualquier Estado laico,
contemporáneo y abierto, no sólo al declararse en el marco legal, sino sobre todo, haciéndose vida en
beneficio de cada persona y de la sociedad que habita.
Como Obispos al servicio de la Iglesia en México, nos comprometemos a seguir nuestros esfuerzos que iniciamos a partir del documento colegiado Educar para una Nueva Sociedad, así como el Proyecto Global de Pastoral. Agradecemos muy particularmente el testimonio de todos los agentes educativos que participan en la vida de la Iglesia: sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos; así como el de miles de docentes de instituciones públicas y privadas que trabajan día a día con una clara vocación de servicio en la formación de los futuros ciudadanos como profesionales de la esperanza. De nuevo, nuestra felicitación.
Ofrecemos nuestra oración, implorando a Nuestro Señor Jesucristo, Divino Maestro, su sabiduría, compasión y fortaleza.
Ciudad de México a 15 de mayo del 2023: Mons. Rogelio Cabrera López Arzobispo de Monterrey
y Presidente de la CEM. Mons. Ramón Castro Castro Obispo de Cuernavaca y Secretario General de la CEM., Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Arzobispo de Durango y Presidente de la Comisión de
Pastoral Profética de la CEM. Mons. Alfonso Cortés Arzobispo de León y Responsable de la Dimensión
de Pastoral Educativa y de Cultura de la CEM.